Problemas en cuanto la
orientación, contenido y organización, van de la mano con el currículum. Como parte de esta
orientación, es menester hacer la referencia a las dificultades que existen
entre el currículum oculto y el formal en cuanto al papel que juegan alumnos y
profesores en el aula.
Ornelas (1999) comenta "En el currículum oculto se aprende
no por lo que en los libros o las lecciones de los maestros y los profesores se
dice, sino por sus actitudes y las relaciones sociales que establecen entre
ellos y los estudiantes. Nociones como pasividad, repetición y respeto… no
aparecen como elementos del currículum formal y, sin embargo, se reproducen en
las aulas no por lo que se dice, si no por lo que se hace".
Esto forma parte
del problema al que nos enfrentamos para llevar a cabo el currículum y que la Institución
tiene el deber de capacitar e informar a los docentes para que estos aspectos
no frenen el objetivo primordial del currículum.
En cuanto al
contenido del currículum, podemos decir que el principal impacto lo encontramos
en los métodos de enseñanza, los cuales "no toman en cuenta la experiencia
de los alumnos y en ocasiones ni la de los maestros y que, por regla general,
se diseñan de manera tal que no permiten evaluaciones externas y se desconocen
los resultados" (Ornelas: 1999). Es
imperiosa la necesidad de evaluar constantemente la enseñanza en las aulas y
determinar como punto indispensable el tomar en cuenta la experiencia de los
alumnos, como lo establece Ornelas (óp. cit) "una exigencia educativa de primer
orden… tomar en consideración la experiencia de los sujetos de la educación".
Por otra parte, el
contenido del currículum se juzga a partir de lo que las demandas sociales,
políticas y económicas dictan, por tanto, se encuentra en medio de una presión
social, que difícilmente encuentra un equilibrio entre lo que se desea enseñar,
lo que se debe enseñar y lo que se aprende. Es decir, existe un impacto entre
lo que es el "deber ser" y lo que "es". Aquí, el currículum
encuentra su base epistemológica que le dicta una forma de llevarse a cabo en
medio de la teoría y la práctica.
Grandes desafíos
nos presenta el currículum bien orientado, ejecutado y evaluado en las
instituciones educativas en nuestro país, pues es una obligación de todos los ciudadanos
inmersos en una sociedad en constante cambio y transformación, que sólo podrá
tener la fuerza necesaria para generar una educación integral con calidad si
nos incluimos todos en este proyecto transformador.
El currículum
conjuga la teoría y la práctica, el deber ser y el ser, en donde sólo tendrá su
mayor impulso cuando consideremos que se encuentra inmerso en un todo, no es
aislado y por ende, su estudio debe contemplar el análisis de cada una de las
fuerzas sociales, políticas y económicas que confluyen en la institución
educativa para poder brindar soluciones viables y concretas ante una realidad
inminente.
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